Homo Sapiens, el eslabón débil de la seguridad de la información
DOI:
https://doi.org/10.59471/raia202027Palabras clave:
RIESGOS INFORMÁTICOS, SEGURIDAD PÚBLICA, BUENAS PRÁCTICAS, INTELIGENCIA ARTIFICIAL, ENCRIPTACIÓNResumen
La información es uno de los activos más importantes que posee una organización y es generada, normalmente, por sistemas automatizados. Dependiendo de quién la deba utilizar, es posible que estos sistemas deban realizar predicciones o decisiones no estructuradas en la que la IA (Inteligencia artificial) ayuda a este proceso. La información tiene la particularidad tener un atributo muy importante que es el tiempo de validez. Hay información que debe ser tratada de manera inmediata, como es el caso de la producida en redes emplazadas en entornos industriales o en la punta de la pirámide de la organización donde es imprescindible su tratamiento para la subsistencia. Esa información debe ser protegida de diferentes amenazas. Y en este punto es cuando los responsables de las organizaciones deben ser conscientes del riesgo potencial de perder información valiosa. Ya no es suficiente pensar si la amenaza se cumple o no, sólo nos tenemos que preguntar cuándo va a suceder. La mejor manera de proteger los datos es gestionar y reducir los riesgos informáticos que pueden afectar a un sistema, tanto en su capacidad de operación como en la posibilidad de generar riesgos en la salud y seguridad pública, a través de la generación de buenas prácticas, la detección temprana de actividades sospechosas a través de la inteligencia artificial y la creación de algoritmos de encriptación compactos que neutralicen las amenazas
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Derechos de autor 2020 Claudio Milio (Autor/a)

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